martes, 5 de enero de 2010

Levantarse sudista ( o no)

Esta mañana me levanté un poco sudista. Sí, de los del Sur, los que lucharon contra Lincoln en la Guerra Civil de América del Norte.
Y no tenía ningún motivo, aparte del de la música que tenia puesta de fondo. El título dice algo así como "God save the South". Que, salvadas las distancias, no deja de recordarme al himno británico, aunque la canción en sí parece una mezcla entre himno militar y canción irlandesa de taberna.
Si no fuera por lo que el Sur llevaba tras de sí, poco hubiera costado apoyarle. Pero no olvidemos, que en el fondo, el Sur, con el mantenimiento de la "Institución" causaba vergüenza sobre todo el género humano; no se puede mantener trescientos o más años a tus hermanos esclavos sin que tú mismo no seas otro, pero de ti mismo.
Y menos mal que dije que me había levantado sudista. Que si llego a levantarme norteño, no sé qué hubiera dicho.
Y es que a veces la historia tiene estas cosas.Hechos que pasaron hace un porrón de años tienen la virtud de preguntarnos hacia dónde vamos. Ahora que en Whasington hay una administración demócrata, quizás sea llegada la hora de que el Sr. Obama empiece a ser leal con los suyos; cuando el reverendo King decía tener un sueño, no debía ser el de un estado de hombres gobernados por los Panteras Negras; sería más bien algo más cercano a lo que hay, pero sabiendo que no se combate el mal sólo con discursos en el Lincoln Memorial; el mal no es sólo el saudí que pretende reventar un avión; el mal es, sobre todo, que la gente vea una persona de color distinto al suyo propio y todavía sea capaz de inventar Dios sabe qué cosas. Cosas que por cierto, a buen seguro, no pensaría de su abuelo. ése es el mal. Lo otro son añadiduras. Y para combatirlo, sólo hace falta una cosa. Bueno dos: voluntad y dinero. Lo uno, para querer; lo otro para disponer de los medios adecuados. Y ambas para que los carteles que decían "Motel for colored" no sean sino las pesadillas de todo hombre civilizado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario